La lámpara
lunes, 22 de febrero de 2010
Lotos y nenúfares
La lámpara
miércoles, 17 de febrero de 2010
La banda sonora de Wanda, parte 2
Groovy Times!
A mi lo que me va es el buen rollo: cuando trabajo, quiero escuchar cosas que me hagan sentir bien, alegre y tranquilo. La música de los ’60 tiene mucho de eso, y un carácter un poco ingenuo que me pone de buen humor al instante. Es algo a lo que nadie puede resistirse, una onda expansiva y contagiosa que pasa por encima de las barreras del buen y mal gusto, lo novedoso y anticuado, lo hortera o guay… te hace reir, te hace bailar y cantar, se te mete dentro y libera endorfinas en grandes cantidades. Ya sea el grito libertario de Bob Dylan, la poesía penumbrosa de Leonard Cohen o las evocadoras melodías de Love, las canciones de esta década están todas imbuidas de un aire dulce y misterioso.
Y no porque todo fuera paz, amor y armonía; muy por el contrario, muchas de estas canciones son el reflejo de la tensión social producida por un momento coyuntural en la cultura del siglo pasado. Ahí está Ottis Redding, detrás de cuya voz desgarrada se adivinan todas las asperezas de una lucha racial que empezaba a tomarse las calles (por no hablar del otro tema de la canción, una revisión del rol masculino en una relación afectiva…).
Pero lo que espoleaba todas estas luchas y revisiones era la esperanza de construir un mundo mejor y más habitable. Una esperanza que, como propósito colectivo de toda una década, no ha vuelto a repetirse hasta la fecha.
Así que cuando tengo trabajo de sol a sol y los clientes se ponen imposibles (¡o simplemente me harto de todo el petardeo de Inti!), convierto el estudio en un oasis de Sha-la-la’s, Doo-doo-wah’s y demás bálsamos adormecedores para mentes agitadas.
-Dani
(Para escuchar el playlist de Dani, haz click en el siguiente vínculo: Groovy Times! Deberás tener una cuenta de Spotify.)
miércoles, 10 de febrero de 2010
Wanda y la censura
Y sin embargo, esperaríamos que en pleno siglo XXI posmoderno y pluralista, un guiño humorístico como el de nuestra minina sería tomado con buen talante por todo el mundo; a excepción, quizas (y con perdón), de algunas ancianas rezanderas o algún amargado mojigato. Pero resulta que no fue así. Aunque no sepamos 'falar' portugués, y no entendemos ni jota lo que se dice en el siguiente video, resulta claro que la señora mayor no ve que la virgencita tenga ningún gato encerrado, ni se siente ofendida ni mucho menos; en cambio, el joven que aparece después, de cabeza rapada y look moderno, está airadísimo...
Vamos a ver: los responsables de redactar esta petición, y quienes la firmaron, actuaron en nombre de valores tan rimbombantes como el "respeto a la santidad", tachando la imagen de "infeliz, inconstitucional y anticultural". ¡Vaya rosario de improperios! A la censura nunca le han faltado argumentos para atacar la verdadera la libertad artistica que tiene que ser inherente a todo proceso creativo.
Tristemente, estas personas se salieron con la suya, y la dirección del hotel ha decidido retirar la estatua de la vía publica, para exibirla en un lugar más privado, al que tengan acceso sólo aquellos que deseen verla. ¡Buuu...!
Wanda contrataca
Las jóvenes promesas del diseño nunca nos quedamos cruzadas de brazos ante las arremetidas del puritanismo medieval. Por eso hemos puesto a la venta este lindo llavero, acompañado de una oración que cualquiera -pagano vitalista, ateo declarado o católico de espíritu libre- puede elevar a las alturas del paraíso felino:
Santa Felina, Virgen del Rossío: ¡haz que cuando caiga, aterrice siempre de pie!
Tú, que fuiste avistada por un pastor en aquella gruta del Barrio Alto,
¡perdona nuestras ofensas y faltas a la higiene!
y permite que vaguemos libres por oscuras callejuelas,
ajenos a los asuntos de los hombres y sus fieles amigos, los perros.
Háznos astutos y taimados, en esta vida y las 6 restantes,
Amén.
miércoles, 3 de febrero de 2010
La banda sonora de Wanda, parte 1
Girls With Us Partying All Night
En el taller siempre me discriminan: cuando llevamos un rato oyendo la música de mi iPod, la peña empieza a intercambiar miradas nerviosas, y a susurrarse cosas a mis espaldas... yo no me doy por enterado, porque sé que muchas veces también canturrean mis canciones de Yuri cuando nadie los mira. Me gusta el desenfado estilístico de mis playlists, donde la sofisticación coquetea con el mal gusto y se convierte en esa elegancia desmesurada y rimbombante con la que todos soñamos en secreto; lo prefiero a la exquisitez de Daniel, talibán del indie más recalcitrante. Aquí tenemos el amor y el despecho, el licor y la fiesta; cosas que son la sustancia misma de la vida. (¿Por qué lo niegas? ¿No fue contigo que me encontré la otra noche, en aquel bar...?)
-Inti
(Para escuchar el playlist de Inti, haz click en el siguiente vínculo: Girls With Us Partying All Night. Deberás tener una cuenta de Spotify.)